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jueves, 2 de junio de 2011

CONCLUSIONES DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES

Las Prácticas Profesionales que realizamos durante nuestra formación en la Licenciatura en Intervención Educativa fue una tarea ardua y difícil, pues pudimos observar desde la práctica temas medulares en relación a la infancia, un aspecto que para muchos puede sonar irrelevante y tal vez incluso trivial: el derecho de nuestros niños y niñas  al juego.

Decir que en el juego se puede sintetizar la esencia del ser niño es algo que parece poco discutible e incluso, para algunos, son palabras con un tinte poético que caracteriza a las que encierran las grandes verdades; pero como adultos, ir a fondo en las implicaciones que esto tiene en la formación de nuestros pequeños es algo que pocos admiten considerar.

Sin duda el juego puede ser visto como una buena terapia que puede entrar en las escuelas (en nuestra vivencia en las aulas de preescolar),  representa un auxiliar didáctico novedoso para los docentes y un pasatiempo inofensivo, sin embargo raros son aquellos que le confieren la importancia que realmente tiene en el desarrollo infantil.


Cuando se habla de alimentación, educación, integridad física, incorporación temprana al mundo laboral,  pobreza extrema, violencia intrafamiliar, deserción escolar o adicciones, los tomamos como temas que afectan fuertemente a la sociedad en que vivimos.

Y no tomamos en cuenta que en todos los puntos anteriormente mencionados el juego desempeña podria desempeñar un papel significativo, que cambia a la niñez, quienes serán los que en un futuro cambiaran a nuestra sociedad..

No olvidemos que los niños tienen derecho al descanso, al juego, al arte y la cultura, por lo que queremos recalcar que sin estos elementos no solo no hay vida humana digna si no que las consecuencias en el desarrollo de un individuo pueden ser nefastas e irreparables.
Cuando nos enfrentemos a nuestra vida laboral (que no esta ya nada lejana), recordemos lo terrible que suenan las siguientes palabras en boca de un adulto (que incluso podemos ser nosotros mismos):
“Es que yo nunca supe lo que quería decir Jugar”, esta frases nos muestran la convicción profunda que muchos de nosotros atesoramos que ese “Derecho al juego” es tan esencial como el estar vivo.

Agradecemos a la asesora Lic. Patricia Monroy Delgado y a las autoridades educativas el Jardín de Niños "Julio Verné" por permitirnos entrar a dicha institución para enriquecer nuestros conocimientos.